Con la asunción de nuevas autoridades, el comienzo de las reinhumaciones, la adjudicación del nuevo osario y la presentación de una ordenanza, la Municipalidad de La Plata avanzó este lunes en la regularización del cementerio local, donde se investiga el hallazgo de restos óseos correspondientes a más de 13 mil personas.
De esta manera, el intendente Julio Alak designó como director general del cementerio a Maximiliano Tartaruga y como director general de la administración del espacio a Eduardo David Araujo Duffy, cuya responsabilidad principal será velar por el correcto funcionamiento del lugar.
Asimismo, el jefe comunal platense encabezó el comienzo del proceso de reinhumación de los cuerpos hallados en más de 470 féretros tras su identificación, en el marco de una ceremonia que contó con la presencia del Padre Jorge, quien bendijo los mismos.
Conjuntamente, se aprobó el procedimiento de contratación para la construcción del nuevo osario, adonde se trasladarán los restos óseos encontrados en bolsas; mientras que también se remitirá al Honorable Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza que buscará establecer un nuevo régimen jurídico para el ordenamiento inmediato de la necrópolis. Para eso, se declarará por el plazo de 180 días la emergencia del cementerio.
Maximiliano Tartaruga tendrá entre sus responsabilidades la misión de analizar y valorar las necesidades y requerimientos del cementerio para su normal operatoria, evaluar las necesidades de reforma o ampliación con el fin de jerarquizar el lugar y asistir a la Subsecretaría General en su control funcional.
También supervisar su adecuada organización y funcionamiento, elevar informes respecto de la actividad integral de la repartición y de las necesidades de equipamiento y mantenimiento edilicio, coordinar y corroborar la adecuada prestación de los servicios funerarios en el partido y controlar los procedimientos de inhumación, tumulación, exhumación, reducción y traslado de cadáveres o restos.
Por su parte, Araujo Duffy tendrá que organizar y supervisar lo concerniente al personal que presta funciones en el lugar y la adecuada prestación de servicios por parte de personal municipal o terceros.
Además, deberá velar por la correcta administración y distribución de los materiales e insumos y propiciar la correcta ejecución de los servicios administrativos, de mantenimiento y de seguridad.
El proceso de reinhumación dio inicio este lunes con los cuerpos hallados en el depósito del segundo piso, comprendidos en más de 470 féretros.
Primero se procedió a la identificación de los cajones y una vez realizado este paso se llevaron a tierra, se les colocó cruces, nombres y fechas de defunción y se los bendijo.
Tras la licitación pública 25/2024, se adjudicó la construcción del nuevo osario. El mismo estará ubicado en una parcela delimitada por la avenida 137 y las calles 72 y 74, área seleccionada por su accesibilidad y proximidad a otros servicios del cementerio.
La ejecución optimizará el uso del espacio en el cementerio y ofrecerá una solución digna y respetuosa para el destino de los restos óseos.
Finalmente, el intendente Alak remitirá al Honorable Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza que buscará establecer un nuevo régimen jurídico para el ordenamiento inmediato del cementerio. Para eso, se declarará por el plazo de 180 días la emergencia.
A partir del mencionado proyecto, el Departamento Ejecutivo deberá, a través de la Autoridad de Aplicación, realizar un censo tanto sobre los espacios del establecimiento como sobre los restos existentes y elaborar un registro digital de acceso público.
Asimismo, hace hincapié en que la política hacia nuestros fallecidos por parte del Municipio, la cual deberá garantizar la dignidad en el trato y el respeto al difunto y los deudos, resguardar la oportunidad de entierro digno para todos los ciudadanos y asegurar el respeto por los diversos cultos, religiones, costumbres y creencias.
También tendrá que promover el mantenimiento de la higiene ambiental, realzar el valor patrimonial y cultural de las necrópolis e incentivar y propender a mejorar la calidad en la prestación de los servicios funerarios públicos y privados.
El proyecto establece, a su vez, que el servicio mortuorio constituye una prestación de carácter regular, continua y esencial, brindándose en forma compatible con la calidad ambiental, mediante tecnologías no contaminantes y a través de un manejo racional en el tratamiento y la disposición de residuos.
Por otro lado, indica que no podrá exceder de los siete días el depósito transitorio de restos reducidos, ataúdes o cajas en instalaciones del cementerio especialmente asignadas y acondicionadas a tal efecto cuando resulte estrictamente necesario.
Además, el proyecto regula las exhumaciones y el traslado de cadáveres de panteones, bóvedas y nichos, y define instrumentar de forma inmediata un libro diario de inhumaciones y exhumaciones.
También indica la creación de un registro de concesiones y arrendamientos, otro del osario, otro con datos identificatorios de los fallecidos inhumados o tumulados y de quienes requieren su sepultura y otro que identifica los traslados producidos desde el ingreso del cadáver al cementerio.
Finalmente, aclara que la Autoridad de Aplicación está facultada para emplear los medios técnicos adecuados para registrar, ordenar, conservar, reproducir, informar y archivar la documentación, cuidando que dichos medios garanticen en forma indubitable la seguridad, autenticidad e inalterabilidad del contenido.