¿Por qué el pueblo defiende la educación pública?. Por esto. 

Científicos de la Universidad Nacional del Centro (UNICEN) trabajan en la etapa final de un dispositivo para detectar el cáncer de mama. Se trata de Mamoref, un desarrollo de Bionirs, una empresa de base tecnológica que fue creada a partir de la asociación entre la Universidad, el Conicet y el Grupo Sancor.

El doctor en Física de la Universidad, Nicolás Carbone, explicó a El Teclado en qué consiste el invento que avanza pese -al panorama político actual que atenta contra la ciencia.

"Se trata de un equipo que no reemplaza la mamografía o la ecografía tradicional, sino que la complementa. O sea, que esto no sea una razón para que las personas posterguen estos estudios a la espera de que el equipo esté disponible", resaltó Carbone. Mediante Mamoref, una de las cosas que buscan es poder distinguir la malignidad de la lesión sin necesidad de llegar a la biopsia, o evitar la espera de saber si lo que tiene la persona es benigno o maligno. 

LA HISTORIA

Para conocer el prototipo hay que conocer el inicio. La investigación nació en el 2004/2005, en el grupo de investigación llamado Grupo de Óptica Biomédica que lo que hace es estudiar el comportamiento de la luz en tejidos biológicos. La luz va en línea recta, a través del aire o del agua, pero cuando entra un tejido biológico en lugar de seguir un camino recto, rebota múltiples veces hasta que eventualmente sale del tejido, o se absorbe. 

La forma en la cual se produce esa propagación depende de qué es lo que hay adentro. Y haciendo el camino inverso uno puede entender, qué es lo que hay adentro. Esa técnica se usa para mamografías.

La tesis doctoral de Carbone fue usar luz de onda continua, que es constante en el tiempo, y utilizar cámaras fotográficas de alta sensibilidad para captar la luz reflejada que sale reflejada de la mama. Al doctorarse en 2017, decidieron darle continuidad a esa línea de investigación y ahora sí, verlo en un caso real.

Para esto, se presentaron en el programa Prendete, un concurso de ideas innovadoras impulsado por la Facultad Exactas, junto con la Secretaría de Extensión y Económicas, donde se presentan proyectos que puedan convertirse en empresas frente a un jurado. "Nosotros teníamos algo de resistencia pero nos presentamos", contó Carbone.

Quedaron quintos, entre 120 proyectos. Al año siguiente subieron la vara y se presentaron en el Balseiro, donde salieron segundos y lograron un contacto clave para el avance del desarrollo: la gente del Cites, la aceleradora del Grupo Sacor, puso el ojo en ellos. 

Después de varias reuniones firmaron un convenio entre Conicet, la universidad y la empresa, y en 2020 comenzaron a trabajar como empresa de base tecnológica. A partir de ahí, vinieron las las pruebas clínicas y el primer prototipo, que era una camilla donde la mujer se acostaba boca abajo. Según explicó, ese fue otro momento clave, porque el diálogo y la opinión de las usuarias fue fundamental para hacer las modificaciones necesarias. Por ejemplo, una persona embarazada no se podría hacer ese estudio. 

A raíz de eso, desarrollaron el segundo prototipo, que es Mamoref actual. "Cuando hicimos las pruebas aprendimos un montón de cosas. Primero que uno tiene que armar un protocolo clínico bien restringido en cuanto a lo que vos querés validar"; detalló el científico. Entre ellas, buscaron mujeres que tengan indicación de biopsia para contrastar con lo que ellos detectan en el estudio. 

LO QUE VIENE 

Por ahora, el Mamoref es un prototipo porque no tiene la aprobación del ANMAT. "Nuestra hipótesis es que sirve para distinguir lesiones malignas de benignas. Para eso tenés que tener estadísticas. Entonces el equipo que está en Bariloche está pensado exclusivamente para esta estudio clínico de validación, que es con un número reducido de pacientes y que no busca hacer estadísticas, sino validar que la idea tiene asidero y que los médicos también puedan verlo con casos reales. Y vendrá más adelante hacer pruebas clínicas con más prototipos en más centros clínicos", detalló Carbone.

Para avanzar, ahora sí, es fundamental la inversión: lo que viene es hacer más prototipos, buscar la validación de ANMAT y de los entes internacionales si quieren comercializar en el exterior.  Acá juega un rol fundamental Pamela Pardini, física graduada en Unicen, co fundadora y CEO de Bionirs. 

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Un equipo ya fue llevado a Mar del Plata, donde se realizaron cerca de 25 estudios; y este mes llevaron un prototipo armado a Bariloche, al Instituto de Tecnología Nuclear que es un hospital estatal de la provincia y que hacen mucha investigación en cáncer en particular.

Asimismo, la idea también es poder hacer estudios en la Tandil, en la región VIII o la provincia.

Y mientras tanto, lidiar con el panorama político y económico actual. "Lo cierto es que no sabemos si el año que viene vamos a tener financiamiento para seguir avanzando. Dependemos de que venga alguien y crea lo suficiente en la tecnología como para invertir. En algunos lugares el Estado invierte, pero acá eso no va a suceder. Por eso lo que uno consigue en este estadío es de privados", aseguró.

EDUCACIÓN AL SERVICIO DE LA CIENCIA

"Otros años hacíamos lo que podíamos para comprar material, pero ahora tenemos los sueldos muy bajos", contó el también investigador del CONICET.

En este marco de recorte hacia las universidades nacionales, Carbone mencionó que "nosotros sí vemos que los colegas van optando por dejar el sistema público y se pasan al sector privado o se van afuera donde los sueldos son cuatro o cinco veces mejores. Quienes nos quedamos es porque podemos y porque nos gusta la docencia, formar gente, hacer investigación para cambiar algo de la sociedad. Y por eso un aguanta algunas cosas, pero más allá de lo puramente económico, uno también empieza a cuestionarse si uno es valorado o no". 

Ante esto, agregó que "es importante contarle a la sociedad qué es lo que hacemos nosotros porque gran parte de lo que se desarrolla es con fondos que vinieron del Estado. Hablas de cáncer. Hablas de mamografía. Hablas de salud femenina es algo que le llega fácil a la gente".

"De esto hablamos cuando hablamos del presupuesto para ciencia y educación: en parte es el desarrollo de este tipo de cosas", cerró. [El Teclado]