Ubicado en el corazón de Chapadmalal, el Refugio Santa Isabel es un espacio que combina el diseño artesanal con la serenidad del campo a 150 metros del mar. Este complejo, diseñado y construido por Javier Monzón y su esposa Rocío Brítez para parejas, invita a desconectar del ritmo de la vida cotidiana y disfrutar de una experiencia única e inolvidable.
Por definición, una tiny house es una vivienda de dimensiones reducidas, normalmente menor a 35 metros cuadrados, que se caracteriza por aprovechar al máximo el espacio en vertical. En este sentido, Javier explica que “una tiny no es un dormi, con una cama y una mini mesita de luz, una tiny tiene que tener todo el confort comprimido en medidas reducidas para ser habitada y vivir con todo el equipamiento necesario”.
“Tenemos la tiny house más chica de Argentina de solo 11 metros cuadrados con todo el confort, absolutamente equipada y lista para vivir”, expresa Javier orgulloso.
“La idea del refugio comenzó en el 2017, cuando adquirimos el lote donde desarrollamos el complejo que inauguramos en 2021” relata Javier. Sin embargo, su historia de construcción había comenzado en el 2014, cuando junto a su pareja, Rocío, compraron el primer lote y construyeron juntos la primera mini casa que es donde viven actualmente.
“Lo más importante de este proyecto es que somos nosotros mismos quienes construimos las 4 tinys; en una vivimos y las otras tres forman parte del complejo”, comenta Javier.
"Cada tiny es un tetris muy funcional, todas tienen cama queen, por ejemplo" cuenta su creador quien agrega “queremos empujar a quien tiene el deseo de la casa propia, si nosotros no lo hubiésemos hecho de esta manera creo que jamás lo hubiéramos hecho”, confiesa Javier.
“Se puede cumplir el sueño de la casa propia, que tenga todo lo que tiene que tener una casa y en un espacio reducido, por eso queremos divulgar este tipo de proyectos y que se expandan en todo el país”, cuenta Javier quien agrega orgulloso “la última tiny la hicimos en solo 56 días, por eso queremos alentar a la gente a que viva la experiencia de vivir en una mini casa, queremos que se entusiasmen y vayan por la autoconstrucción”.
Cada una de las tres tiny houses del refugio es un testimonio de dedicación y creatividad. Sus dueños no sólo concibieron el diseño arquitectónico, sino que también realizaron íntegramente la construcción, el armado de muebles y la decoración.
Las casas cuentan con una distribución funcional y acogedora, donde cada rincón está pensado para maximizar el confort con camas matrimoniales y equipamiento completo para asegurar que los huéspedes disfruten de una estadía cómoda y memorable.
Refugio Santa Isabel se destaca como la única opción turística en la zona que permanece abierta durante las cuatro estaciones para que puedas vivir esta experiencia en cualquier momento del año.
Los propietarios del refugio, se aseguran de que cada estadía sea especial. Con detalles y sorpresas personalizadas, hacen de cada visita una experiencia soñada. Este toque humano y la dedicación en cada aspecto de su refugio son el sello distintivo del lugar.