Luego de que el INDEC publicara el 2,2% de inflación en enero y que el presidente Javier Milei lo celebrara a través de un video publicado en sus redes sociales, el Secretario General de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, apuntó: “Por más que el presidente festeje, la baja de la inflación en el bolsillo de los trabajadores no se siente”.
“En materia de ingresos, el Gobierno se esfuerza en montar un relato que muestra un fuerte contraste con el día a día de la gente. La baja se logra con una brutal recesión. Con la cantidad de despidos producidos en el sector público y en la mayoría de los sectores privados, poco sirve que baje la inflación a aquellos que ni siquiera tienen salarios”, señaló el dirigente nacional.
Según las propias mediciones de la Secretaría de Trabajo, durante la actual gestión se perdieron 185 mil empleos entre el sector público y privado al mes de noviembre. En tanto, se estima que actualmente esa cifra ascendería a 230 mil.
Ante esta situación, Aguiar apuntó: “A una enorme porción de los salarios y las jubilaciones todavía no se le reparó el daño generado por la devaluación que llevó adelante Caputo en el inicio de gestión, y la mayoría de las paritarias se ubicaron muy por debajo de la evolución de los precios”. Cabe recordar que la paritaria en la Administración Pública Nacional quedó 44,4% por debajo de la evolución de los precios en 2024.
“Hay que ser muy ingenuo o estar desprevenido para creerse el verso de que los salarios en dólares le ganan a la inflación. A los salarios no hay que medirlos por la cantidad de dólares que pueden comprar, sino por la cantidad de litros de leche, kilos de carne y alquileres que pueden pagar”, agregó el dirigente nacional.
Según una consultora especializada, la caída del consumo en supermercados y almacenes de barrio fue de 13,9% en 2024, una de las más pronunciadas en los últimos 20 años.
“Con este Gobierno, el derecho constitucional a una retribución justa pasó a ser historia. Hoy un salario promedio está muy lejos de poder garantizar una vivienda digna, alimentación adecuada, vestimenta, salud, educación, previsión social, ahorro, vacaciones y esparcimiento”, continuó.
Cabe destacar que los propios trabajadores del Indec señalaron que en enero el salario mínimo -no el “óptimo” ni el deseable- debiera ser de $1.616.148. Para dar con esta cifra, confeccionaron una “Canasta de Consumos Mínimos" como propuesta metodológica innovadora para una mejor medición de la evolución de los precios, aunque el Gobierno elige conservar el método ya obsoleto.
En referencia a esto, el Secretario General de ATE Nacional concluyó: “El Gobierno se beneficia de seguir midiendo la evolución de los precios con una canasta que la mayoría de los especialistas consideran desactualizada. En nuestro caso, hay una propuesta de innovación en el Indec que aún no ha logrado aprobación oficial”.