El dirigente radical Ricardo Alfonsín volvió a la carga contra la cúpula de la Unión Cívica Radical e instó a sus autoridades a debatir sus diferencias dentro de la alianza de Gobierno. Además, exigió “una declaración de mi partido y de todas las fuerzas democráticas del Parlamento para reprobar” la crítica situaciones institucional que atraviesa Brasil. “Lo que no le perdonan a Lula es que haya sacado a millones de la pobreza a través de la redistribución del ingreso”, aseguró en diálogo con el programa #Tranqui120 que se emite en Radio Estación Sur 91.7.
Par Alfonsín, “es muy peligroso lo que está ocurriendo en Brasil. Por lo menos deberían preocuparnos las declaraciones del jefe del Ejército de Brasil, cuando le exige a la Justicia que falle en determinada dirección, porque en el fondo es eso lo que hace. Estaría muy mal que lo hiciera el Presidente de la República, que lo hiciera un Ministro o un Gobernador, mucho más grave es que lo haga el Jefe del Ejército, sobre todo teniendo en cuenta la historia que tenemos los países de la región. El que no comprenda la anomalía que representa una posición de esta naturaleza por parte del Ejército, no entiende bien lo que ha pasado en la historia de los países latinoamericanos”.
“Por eso yo reclamo de parte de mi partido y de todas las fuerzas democráticas una declaración en este sentido y por parte del Parlamento. Para que se afirme en nuestros países las convicciones democráticas y para que quede claro que las Fuerzas Armadas tienen que cumplir con el rol que está previsto en la Constitución Nacional”, reclamó.
El hijo del expresidente afirmó que “todas las fuerzas políticas del Congreso deberían expresarse” y cuestionó la falta de posicionamiento de su partido: “Yo lo hice, pero no tiene la misma repercusión que si lo hubiese hecho la Unión Cívica Radical, pero bueno, así están las cosas en nuestro país. Tanto que nos costó a nosotros ponerle límites al militarismo, como para que ahora aceptemos con tanta ingenuidad una declaración de esta naturaleza. Espero que los ciudadanos tengan mayor sensibilidad frente al problema”, reprochó.
Y sugirió que “la Comisión de Relaciones Exteriores debería estar tratando un proyecto de declaración sobre estas cuestiones que están sucediendo en Brasil, en particular las declaraciones de este General jefe del Ejército, para reprobarlas”.
En tanto, Alfonsín aseveró que “los argentinos pueden opinar lo que quieran acerca del departamento de Guarujá (por el que se condenó a Lula), pero hay una cosa que no es opinable: que Lula fue condenado sin que se den los requisitos probatorios propios del Derecho Penal. Podríamos decir que Lula fue condenado por impresión. Y eso sí que es un grave retroceso en materia de Estado de Derecho”.
En este sentido, Alfonsín defendió la labor del expresidente brasileño: “Algunos dicen que a Lula no le perdonan que haya sacado a millones de la pobreza. En realidad esa frase así dicha no se entiende bien: lo que no le perdonan a Lula es que haya sacado a millones de la pobreza a través de la redistribución del ingreso. Esto quiere decir que no le perdonan que haya cobrado impuestos a los más poderosos para poder redistribuir la riqueza que se generaba en Brasil, logrando la construcción de una sociedad más justa. No le perdonan que el bienestar alcanzado por quienes vivían en la pobreza extrema o en la marginalidad y han logrado acceder a las clases medias haya sido a través de recursos que grandes grupos económicos consideran que son propios”, destacó.
Por otra parte, el dirigente radical renovó sus críticas a la mesa directiva de su programa y le reclamó “ser fiel a sus ideas”: “Yo no critico al PRO, porque yo no puedo criticar a nadie que hace lo que cree que es mejor para el país, yo critico a mi partido, que avala cosas que por lo menos hasta el 2015 creíamos que no debíamos avalar. Y aunque el presidente de mi partido hoy diga que no es así, sabe que no dice la verdad”, se quejó.
Y continuó: “Yo quisiera que en el partido pusiéramos el mismo énfasis, la misma pasión que ponemos para pelear lugares en las listas, para discutir ideas, para discutir programas o propuestas. Porque además de una herramienta electoral, además de una institución a partir de la cual se puede acceder a cargos políticos, somos un conjunto de ideas, y la Unión Cívica Radical debe ser fiel a sus ideas, y estamos en el Gobierno para decir cosas radicales, no cosas ajenas a nuestro ideario”.
Si bien aclaró que “la nueva conducción recién acaba de asumir”, Alfonsín sostuvo que “la anterior no era representativa de las ideas del partido. Yo dije que nunca vi una conducción de la Unión Cívica Radical tan divorciada, tan alejada de su ideario, de sus bases, como la que existió hasta diciembre”. “Espero que el nuevo presidente o el nuevo comité actúe con más autonomía y siendo más fiel a sus convicciones, porque si hay contradicción entre las convicciones y la posibilidad de acceder a cargos, tienen que sacrificarse los cargos, no las convicciones”, enfatizó.
“El partido ya ha decidido la política de alianzas, lo que a mí me parece es que sería bueno que los argentinos pudieran definir cuál es el ala que hay que fortalecer hacia adentro de Cambiemos: si el ala más liberal que es el PRO o el ala más social, más progresista y de centroizquierda que es la Unión Cívica Radical. Porque no somos lo mismo, somos fuerzas que pensamos de manera diferente. Para decir a todo que sí, qué importancia tiene que ingresen del PRO, que ingresen del ARI o del radicalismo si van a decir todos lo mismo”, puntualizó. [El Teclado]