Pidieron prisión perpetua para el hombre que mató a golpes a su hijo discapacitado
Se trata de Miguel Ángel Bellido, un hombre de 61 años, que llegó a juicio acusado de matar a golpes a su hijo Gerónimo Mirko Bellido de 15 años, discapacitado. El motivo habría sido que el joven no pudo controlar esfínteres lo que provocó la ira del padre descargada a golpes sobre el menor.
El debate lo llevó adelante el Tribunal Oral Criminal n° 2 de La Plata, integrado por les jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvia Hoerr, ejerciendo la presidencia. El veredicto y sentencia se dará a conocer el 24 de mayo a las 12 hs.
La muerte del niño ocurrió la mañana del 4 de octubre de 2015 en la vivienda familiar en la localidad de Alejandro Korhn, partido de San Vicente. Lo que ocurrió ese día no fue un hecho aislado, sino que se inscribe en una historicidad de violencia de la cual no se pudieron sustraer a tiempo y terminó con el peor resultado.
Se trata de una familia con un padre extremadamente agresivo, en un contexto familiar de violencia de larga data, permanente e histórica. Un hombre que le pegaba a todos sus hijos y que particularmente se ensañaba con Gerónimo por su condición de discapacitado. Él mismo cuando declaró admitió que usaba la violencia como forma de educación. “A mi me enseñaron a los golpes y así eduqué a mis hijos las cosas como deben ser. Yo le decía a Gerónimo tenés que controlar, él se hacia encima, eso me enojaba y a veces le pegaba”, contó el propio Bellido.
El niño padecía el síndrome de Proteus, una enfermedad genética que produce sobrecrecimiento de tejido muscular y óseo, de manera asimétrica. A Gerónimo le povocaba deformidad y equilibrio inestable. Además, el cuadro se complicó con la enfermedad de Arnold Chiari, lo que le provocaba dolor de cabeza y la falta de control de esfínteres. También tenía retraso madurativo.
La fiscal Claudia Cendoya sostuvo en su acusación que Bellido le propinó una golpiza a su hijo con tal violencia que le causó la muerte y pidió la pena más alta que prevé el código: prisión perpetua. Por su parte el abogado defensor oficial Manuel Bouchoux sostuvo la inocencia de su defendido alegando que se trató de un accidente y pidió su absolución, y subsidiariamente solicitó que sea considerado homicidio preterintencional agravado, ya que Bellido no tuvo ni intención ni voluntad de matar.
En su alegato, Cendoya rescató pasajes de las testimoniales escuchadas en el debate. Los testigos uno a uno fueron complicando la situación del imputado. Por un lado, declararon las hijas de su segunda esposa, que convivieron durante algún tiempo con él y relataron la situación de violencia que se daba en la familia. Lo describieron como un hombre agresivo, violento, que habitualmente les pegaba a su hijos, y que particularmente se ensañaba con Gerónimo. “Nunca pudo aceptar tener un hijo discapacitado. Eso lo enojaba muchísimo”, dijo una de las mujeres. Relataron que era contra Gerónimo con quien más descargaba su furia, y que el niño era el más vulnerable y sin posibilidades de defensa. Que tanto su madre como todos ellos le tenían miedo.
De suma importancia fue la declaración del médico autopsiante Mariano Bobadilla Inchausti, que describió las múltiples lesiones en todo el cuerpo, sobre todo en el rostro. El motivo de la muerte fue un traumatismo grave de cráneo, producto de un golpe con un elemento duro o romo. Presentaba una fractura y perforación en la base derecha del cráneo (peñazco) donde se encuentra la articulación con la mandíbula. Producto de un golpe extremadamente fuerte, el cóndilo maxilar derecho perforó la cavidad que lo aloja. Aclaró que las lesiones fueron producto de varios golpes y que solamente con una caída no se podrían haber provocado. En el mismo sentido se expidieron los odontólogos forenses y los médicos que certificaron la muerte.
Además, la perito psicóloga María Iriart describió a Bellido como un hombre altamente agresivo, con poca posibilidad de resolver los conflictos a través de la palabra y que por el contrario pasaba al acto, que tenia poca posibilidad de reflexión critica sobre sus actos, de reconocer los errores, pero resaltando que no existe ninguna patología que hiciera que él no tuviera conciencia de lo que estaba haciendo
La fiscal al momento de cerrar su alegato destacó una triste casualidad: “Hoy 15 de mayo Gerónimo cumpliría 18 años y por esas cosas de la vida estamos juzgando a quien le provocó la muerte”.
En sus palabras finales, el acusado le dijo al tribunal que él quería a su hijo y que no lo quiso matar. “Daría mi vida para que él estuviera acá como yo quería. Que yo no venga a llorar acá no quiere decir que no lo extrañe. Acá se me esta tratando como un monstruo y no lo soy. Si falté a su cuidado era porque tenía que trabajar”.
[LOS HECHOS]
Tras un llamado al 911 por un supuesto conflicto familiar, la policía se presentó en el domicilio y se encontró con el peor panorama: hallaron al niño acostado en su cama, muerto. Los policías que acudieron al lugar declararon que a simple vista se notaban los hematomas en gran parte de su cuerpo, principalmente en su rostro, además de descubrir manchas de sangre en el baño de la casa. La esposa, hoy fallecida, declaró en el momento que al llegar a la casa Bellido le habría dicho “me parece que se me fue la mano. Si llamás a la policía voy a ir preso”. Luego de eso, el imputado tuvo un intento de fuga, a pesar de lo cual la policía lo detuvo.
La versión que dio el acusado en la primera audiencia del debate fue que esa mañana el niño no había controlado esfínteres y había dejado “un reguero de excrementos” por toda la cocina. Que él lo bañó y vistió pero que accidentalmente habría perdido el equilibrio debido a su patología y se golpeó al caer. Lo acostó y al tiempo advirtió que algo andaba mal. [El Teclado]
** Ante cualquier situación de emergencia acercate a la Comisaría, o Comisaría de la Mujer y la Familia más próxima, o comunicate:
al 911 al 102 (Programa “Cuidaniños” de atención telefónica las 24 horas) al 144 (Línea de Atención, Contención y Derivación de la Subsecretaría de Género y Diversidad Sexual de la Secretaría Humanos) al 0800-222 5262 (Defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires)