Caso Natalia Melmann: Comienza un nuevo juicio contra el cuarto policía imputado
El juicio comenzará el próximo lunes 28 de mayo en el Tribunal Oral Criminal nº 5 de Mar del Plata y será juzgado el sargento de policía Ricardo Panadero, acusado de “privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por la participación de dos o más personas y homicidio agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa” en perjuicio de Natalia Melmann, la adolescente de 15 años que fue secuestrada, violada y asesinada el 4 febrero de 2001 en la localidad bonaerense de Miramar.
Tras una investigación plagada de encubrimientos, finalmente en septiembre de 2002 se realizó el primer juicio en el que fueron condenados a reclusión perpetua los policías Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini. Además de los tres policías, también fue sentenciado a 25 años de prisión Gustavo “Gallo” Fernández, quien fue imputado como partícipe necesario del delito de privación ilegal de la libertad agravada. Seis años después del crimen, la Sala III de la Cámara de Casación Bonaerense, integrada por Juan Carlos Ursi, Ricardo Borinsky y Carlos Mahiques, consideró que no había sido “privación ilegítima de la libertad” sino “rapto” y, como es un delito menor, le bajó la condena al “Gallo” Fernández a 10 años, quien pronto obtuvo la libertad. En cuanto a los policías, consideraron “inconstitucional” la pena accesoria de reclusión por tiempo indeterminado y la eliminaron.
Panadero no formó parte del primer proceso ya que fue sobreseído antes de la elevación a juicio de la causa, pero tras 17 años será sometido -finalmente- al proceso oral y público a partir de una resolución de la Suprema Corte provincial, que dispuso que se revocara aquel sobreseimiento y el caso volviera a primera instancia.
El proceso comenzará el lunes a las 9 en los tribunales marplatenses, ante los magistrados Jorge Peralta, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro; la fiscal interviniente será Ana María Caro y la querella estará a cargo de los abogados Lisa Cabral y Federico Paruolo.
Desde la querella adelantaron que el objetivo principal de este proceso es que no haya impunidad en un caso que fue emblemático en lo que tiene que ver con la violencia de género y la violencia policial. La abogada de la familia Melmann aseguró, además, que el pedido de la fiscalía y el de la querella irá en la misma línea que con el resto de los acusados: “Vamos a solicitar prisión perpetua”, adelantó.
Los tres policías que ya fueron condenados por este crimen gozan actualmente de salidas transitorias cada 15 días y el Tribunal de Casación bonaerense debe resolver aún un recurso presentado por la familia de la adolescente asesinada para que sea revocado este beneficio. Al respecto, el padre de la Natalia, Gustavo Melmann, aseguró que los tres “se pasean por Miramar cada vez que vienen, sin ningún tipo de custodia y hacen lo que quieren”. Las condenas de Echenique y Suárez vencen el 7 de junio de 2022. La de Anselmini, el 29 de septiembre de 2022.
[EL CASO]
Natalia, de 15 años, desapareció el 4 de febrero de ese año, y su cuerpo sin vida fue hallado cuatro días después en el vivero de esa ciudad balnearia. Las pericias realizadas determinaron que Natalia fue golpeada, violada y estrangulada con un cordón de una de sus zapatillas. Se encontraron en su cuerpo cinco rastros genéticos, además de signos de tortura y quemadura de cigarrillos. Luego, fue arrojada en un descampado. De los cinco rastros se pudo identificar a tres de sus asesinos, los ya condenados. Ahora llega a juicio el cuarto, Panadero, pero aún resta poner nombre y apellido al quinto implicado que continúa gozando de impunidad.
En ese verano de 2001, la adolescente fue a bailar como hacen las jóvenes de su edad. En la noche del 3 al 4 de febrero estuvo unas horas en el boliche “Amadeus” y al salir, cerca de las seis de la mañana, se le acercó un conocido. Era Gustavo “El Gallo” Fernández. Aquella madrugada la entregó a los policías para que hicieran con ella lo que quisieran, como si fuera un objeto.
Los testigos pronto revelarían haber visto el momento en el que “Gallo” Fernández conducía a Natalia hasta un patrullero. La información llegó rápido, tanto al papá de Natalia como a la misma policía, que se apuraron en sacar al “Gallo” Fernández de la ciudad. Al cuarto día de búsqueda, Natalia apareció muerta en el lugar donde la Policía juraba que la había buscado y donde en realidad sólo la había dejado. Fue un chico de 10 años que paseaba con su perro quien se topó con su cuerpo, tapado con ramas del vivero.
“El Gallo” Fernández se mantuvo prófugo una semana y al nacionalizarse el caso lo detuvieron en una quinta. Al declarar ante el fiscal Marcos Pagella, el acusado les echó la culpa a los policías Suárez, Echenique y Anselmini. Su versión fue que ellos la llevaron a una casa semi abandonada del barrio Copacabana al que solían llevar a chicas para drogarla y abusarlas.
La investigación tardó en avanzar, pasaron meses, una pueblada, la casi destrucción de la comisaría de Miramar por parte de los vecinos, varias marchas del silencio y un cambio de las autoridades policiales locales para que la investigación avanzara contra los policías, que seguían trabajando normalmente en la ciudad. Finalmente, en 2002 comenzó el juicio, pero solo a tres de los implicados. Ahora le toca el turno a uno más. Pero la joven aín espera justicia total que no se dará hasta que último de los asesinos esté tras las rejas. [El Teclado]