"Nadie que nace en la pobreza llega a la universidad". La frase de la gobernadora María Eugenia Vidal ante el selecto público del Rotary Club corrió por redes y medios como un torbellino imparable. ¿Pero lo dijo o no lo dijo?

"La discusión que tenemos por delante es mucho más profunda que ver cómo reducimos el déficit. Es sobre qué Estado queremos y cuán justo y equitativo queremos que sea. La peor consecuencia de ese Estado que construimos durante décadas en la Argentina, es que construimos un Estado que gasta más de lo que tiene y que además no fue equitativo en esa construcción, ni tuvo prioridades claras y sostenidas en el tiempo", dijo la mandamás bonaerense, que eligió dar el ejemplo de estas "prioridades equivocadas" con la educación.

"¿Es justo que la mayor parte de los docentes vayan todos los días a enseñar y que una minoría se lleve $19.000 millones en licencias y abusos cuando eso podría ir a los sueldos de los maestros?", preguntó ante un auditorio que vivó los dichos. Luego, disparó la frase de la polémica: "¿Y llenar la provincia de universidades públicas cuando todos sabemos que nadie que nace en la pobreza llega a la universidad?".

Ayer, desde la oposición salieron a repudiar estos dichos; y desde el arco de Cambiemos bancaron la parada defendiendo a la gobernadora. Lo cierto es que las palabras están, pero la lectura es completamente subjetiva. 

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