Comenzó hoy en los tribunales platenses un juicio en el que dos hombres están acusados de corrupción de menores agravada al hacerse pasar por productores de televisión y bajo la excusa de realizar castings para el programa “Casi Angeles” captaban adolescentes a quienes les pedían fotos y videos comprometidos y luego las extorsionaban.
En la primera audiencia del debate, que lleva adelante el juez Emir Caputo Tártara, integrante del Tribunal Oral Criminal n° 4, declaró por casi una hora y media una de las víctimas, sin público ni prensa para preservar su integridad, momento en que contó con detalles los hechos vividos y la difícil tarea de superar el temor, la angustia, la vergüenza y el aislamiento en el que quedó sumida tras la traumática experiencia.
Según la acusación efectuada por la fiscal Victoria Huergo, los acusados Adrián Mendoza y Gustavo Zitzer, al menos desde 2008, y a través de cuentas de correo electrónico y redes sociales vía Internet, simulaban ser integrantes de la producción de Cris Morena y prometiendo participar de castings para ingresar a la tira juvenil que se emitió por Telefé entre 2007 y 2010, contactaban adolescentes a quienes a través de la persuasión, primero, y de las amenazas después, conseguían fotos y videos con poca ropa o de desnudos, para posteriormente comenzar la extorsión. Los dos hombres están acusados de “promoción y facilitación de corrupción de menores, utilizando como medio las redes sociales en Internet”, agravado por amenazas, lo que tiene una pena en expectativa que va de los 10 a los 15 años de prisión.
La investigación comenzó en 2010 cuando una de las víctimas tenía 14 años. La madre de la niña, que declaró en la jornada de hoy, contó con detalles cómo se enteró de lo que estaba viviendo su hija y el posterior derrotero que debieron pasar, tanto en el plano judicial como en lo relacionado con la salud de la niña. La mujer contó que notaba que su hija estaba mal y que había bajado su rendimiento escolar. Un día llegó a su casa y la encontró desbordada y encerrada en el baño, llorando y muy angustiada. Con dificultad la niña pudo relatar la trama en la que estaba envuelta y las amenazas que recibía que le provocaban una situación de “terror”.
Pero a pesar de la denuncia y el comienzo de la investigación, el acoso no cesó. Según su relato, la amenazaban con secuestrarla a ella o a su hermana menor para ser prostituídas, y con hacer públicas las imágenes que poseían de ella. “La amenaza se concretó. Les mandaron las fotos a compañeros del colegio. Cumplieron, le hicieron un gran daño que le costó años de terapia”, contó al borde el llanto la mamá de la joven. “Eran fotos denigrantes. Ella no quería ir a la escuela, ni salir de casa, ni ver a nadie. Fue muy traumático para ella”, continuó y aclaró que además de exigirle imágenes propias, los acusados le habrían enviado a la niña material de pornografía infantil.
La investigación pudo determinar que operaban desde comercios como locutorios o cibers, lo que hizo más dificultosa su seguimiento y localización. No obstante ello, la dirección de Cibercrimen de la Policía de la provincia de Buenos Aires pudo dar con ellos lo que motivó su detención preventiva en 2014. Una vez localizados, se produjeron allanamientos en los domicilios de los acusados obteniendo una buena cantidad de CDs con imágenes.
En relación a esto, la defensora de Zitzer, la dra Ferrero solicitó la nulidad de todo el material incautado ya que cuestionó la cadena de custodia de esos elementos. La instrucción de la causa la llevó adelante el ex fiscal Fernando Cartasegna, quien tras un confuso episodio en el que denunció un ataque en su contra terminó siendo investigado y en ese proceso detectaron serias irregularidades en la UFI Nº 4 que tenía a su cargo, como fue el hallazgo de carátulas en blanco y una gran cantidad de elementos secuestrados en procedimientos, todos mezclados y sin rotular. De todos modos, por el momento, el juez no hizo lugar a la solicitud hecha por la letrada.
A la estafa emocional sufrida por una joven que tenía la ilusión de formar parte de la tira que era furor entre los adolescentes, le siguió la traumática experiencia en la que se vio envuelta. “Era una clara manipulación para obtener datos. Ella, sin advertirlo, había brindado información personal y familiar, y eso le producía terror”, dijo la madre sobre los mails que ella misma pudo ver.
Las audiencias continúan mañana y están previstas que sean al menos cinco para completar el debate. [El Teclado]