22 Nov 2024 - Edición Nº2768
La Plata, Bs As      16.6 ºC
EL TECLADO | Judiciales  Lunes 10 de Septiembre del 2018 - 20:33 hs.                1627
  Judiciales   10.09.2018 - 20:33   
[LA PLATA]
Comenzó el juicio por el homicidio del médico Francisco “Pancho” Guerrero
Declararon la mamá y la novia de la víctima, Gimena Juri. La mujer fue testigo directa y dio detalles del ataque con una declaración sólida y contundente.
Comenzó el juicio por el homicidio del médico Francisco “Pancho” Guerrero

Hoy tuvo lugar la primera audiencia del juicio por el homicidio del médico residente Francisco “Pancho” Guerrero. Desde las 11 horas y ante el Tribunal Oral y Criminal 4 de La Plata, conformado por los jueces Emir Caputo Tártara, Carlos Bruni y Ramiro Fernández Lorenzo, se leyó la acusación que pesa sobre Matías Ezequiel Jonesy Santiago Pereda Gamboa, acusados por la fiscal Silvina Langone de “homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego”, delito que prevé una pena de prisión de entre 10 y 25 años.


[Los jueces Juan Carlos Bruni, Emir Caputo Tártara y Ramiro Fernandez Lorenzo, del TOC 4. Foto: El Teclado]

El viernes 3 de abril de 2015 iban caminando a eso de las 22 hs Francisco “Pancho” Guerrero, un jovencísimo médico residente del Hospital Gutiérrez de La Plata, con su novia Gimena Juri rumbo a la casa de un amigo. Fueron abordados por un delincuente en 66 y 116 exigiéndoles sus pertenencias, su billetera. Pancho se resistió y a menos de un metro le descerrajó un tiro en el medio del pecho. El delincuente salió corriendo, se montó a una moto que lo esperaba a unos metros y ambos se dieron a la fuga hacia la zona de Berisso, donde vivían. A Pancho lo trasladaron al hospital San Martín pero murió en el quirófano. Ese día cumplió 28 años y estaba yendo con Gimena a festejarlo en la casa de un amigo.

Los imputados Matías Ezequiel Jones, quien manejaba la moto y, Santiago Pereda Gamboa, identificado como quien disparó, ambos tienen antecedentes por delitos contra la propiedad y, en el caso de Pereda Gamboa, de nacionalidad peruana, purgó hasta el año 2013 una condena por el homicidio de un vecino de Villa Argüello, ocurrido en una pelea, en 2005.

El hecho conmovió a toda la comunidad médica de La Plata, sobre todo de los hospitales públicos pero también todo el bario “El Mondongo”, quienes desde la Asamblea Vecinal vienen reclamando desde hace mucho tiempo por la inseguridad con la que conviven diariamente. La muerte de Pancho fue la gota que los colmó. Hoy estuvieron presentes acompañando a la familia en su pedido de justicia, en especial Daniel Domínguez, el referente de la asamblea.

 

[LAS DECLARACIONES]

María del Carmen Guerrero, la mamá de Pancho, fue la primera en declarar. La madre contó que Pancho vino en el 2005 desde su Concordia natal en Entre Ríos a estudiar medicina y tenía un objetivo: hacer la carrera lo más rápido posible, convertirse en traumatólogo para poder ingresar a Médicos Sin Fronteras. Ella había viajado a festejar el cumpleaños de su hijo y el 31 de marzo. Además describió a su hijo como una buena persona, íntegro, honesto y esforzado. “Pancho se ganó el respeto y cariño de la gente que lo conocía. Era puro, generoso, leal y muy buen amigo”, relató la mamá.



[María del Carmen Guerrero, mamá de Pancho, luego de dar testimonio. Foto: El Teclado]

También declaró Gimena Juri durante más de una hora. Contó los detalles que lamentablemente le tocó vivir en primera persona. La secuencia de los hechos y las descripciones de los atacantes que se llevaron la vida de su novio. A ambos los pudo ver bien y de cerca a pesar d la mala iluminación del lugar. Describió primero que se cruzaron con la moto que pasó despacito a su lado cuando iban a cruzar la calle 116 en la que iba a bordo Jones y luego como Pereda Gamboa los adelantó caminando a su lado, y que ella al verlo pensó que era un obrero que había terminado su jornada laboral y le comentó a Pancho: “Qué garrón salir a esta hora de trabajar”.

Un instante después, quien ella supuso que era un trabajador, se dio vuelta y los encañonó. Era un delincuente. “Esto es un robo, dame lo que tenés”, fue todo lo que les dijo el delincuente. Pancho se negó y entonces si dudarlo le pegó un tiro a quemarropa.


[Gimena Juri, novia de la víctima, dando testimonio. Foto: El Teclado]

El disparo fue a corta distancia. Pereda estaba a un metro de distancia y cuando sacó el arma de entre su ropa con su mano derecha y extendió el brazo quedó a 20 o 30 centímetros del pecho de Francisco.

“Yo le pedía que respire lo más que pueda”, contó entre lágrimas Gimena. Pancho, herido de muerte, solo la tranquilizaba. “Me decía que me quede tranquila, que iba a estar bien, aunque él ya sabía”. Es más, con su último aliento, Pancho caminó sostenido por su novia hasta un auto al que ella paró para pedir ayuda y en el que lo llevaron al hospital.

A pesar de los intentos de los abogados defensores Daniel Mazzochini y Laura Corporale, en representación de Pereda Gamboa; y de Silvia Petroff por Jones para doblegar el relato de la testigo y hacerla entrar en contradicción, Juri fue clara y contundente y su relato no tuvo fisuras.


[La fiscal Silvina Langone dialogando con los abogados defensores. Foto: El Teclado]

Describió la moto Honda Wave oscura, las características físicas de ambos, la ropa que vestían, las viseras que tenían puestas y hasta del bolso que el matador llevaba cruzado. También pudo describir el arma con la que Pereda “dio un solo disparo y huyó”. Era una pistola grande, algo plateada o de bronce. Además hizo referencia a la manera de hablar del atacante, a pesar de haber dicho solo una frase. “Tenía como un acento, distinto a como hablamos acá. Conozco gente de varios países y se asemeja a como hablan los de nacionalidad peruana”, dijo sobre el final la testigo.

Contó además que en la Comisaría novena primero y en la DDI después, ella realizó un dictado de rostro de Pereda, que le mostraron fotos y que finalmente los reconoció a ambos en rueda de personas.

El debate en el que están citados 98 testigos continuará el próximo jueves desde las 9.30 en la sala “A” de la planta baja de los tribunales de 8 entre 56 y 57 de la ciudad de La Plata. [El Teclado]