Si bien no fue anunciado de manera oficial, ya es un secreto a voces que el gobierno de la provincia de Buenos Aires no adherirá al protocolo de seguriad anunciado por Patricia Bullrich en la Nación por el cual habilita a las fuerzas de seguridad disparar sin dar la voz de alto.
Por un lado, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, destacó ante Infobae que "es importante dar el debate y cuando sea el momento lo vamos a evaluar. Pero en el caso de la Provincia, desde el comienzo de la gestión, cuando encontramos una fuerza devastada, iniciamos un proceso de reforma profunda e integral prácticamente de cero, que nos encuentra hoy con una policía diferente".
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Además, recordó que la Provincia ya cuenta con su propio protocolo que "marca con claridad las pautas que deberá tener en cuenta el personal al momento de emplear la fuerza y armas de fuego".
Por otro lado, quien se sumó a esta postura fue el secretario de Derechos Humanos. En declaraciones al mismo medio, Santiago Cantón sostuvo que "el protocolo para las fuerzas de seguridad federales no respeta los principios esgrimidos desde Naciones Unidas, por lo que el uso de las armas de fuego queda diluido y resulta ser vago por lo que genera un peligroso antecedente para la ciudadanía".
Además, el funcionario aseguró: "Da la impresión de que el protocolo planteado por la Nación es un riesgo para todos y se acerca más a lo que dicen las encuestas de opinión sobre la mano dura que a los principios éticos que deben guiar a una sociedad".
Así las cosas, si bien desde la Provincia no salieron a expedirse de forma pública sobre el tema, ambos funcionarios le hicieron llegar sus sugerencias a la gobernadora María Eugenia Vidal. [El Teclado]