La relación entre el intendente de Mar del Plata y la gobernadora no da para más. Esta semana, antes de que María Eugenia Vidal llegara a la playa pública que dejó inaugurada, el jefe comunal se fue del lugar sin mediar demasiada explicación.
Luego, contó que escuchó cuando un funcionario del área de protocolo de la Provincia dijo que él no podía pasar a una zona que estaba pensada por los funcionarios, y que, como si fuera poco, quien estaba del otro lado de la valla era el diputado nacional, Guillermo Montenegro, que aspira a ser el próximo intendente de la ciudad.
#Chapadmalal l Con una foto, Vidal terminó de soltarle la mano al intendente Carlos Arroyo l La gobernadora posó con quienes competirán por el sillón de Arroyo en 2019.
— El Teclado (@ElTecladoOK) 14 de abril de 2018
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"A mí nadie me da órdenes en mi propia ciudad. Entonces, por un principio de honor a la ciudad, me retiré. Les dije explícitamente: acá, no estoy, señores", detalló. "Con Arroyo pueden hacer lo que quieran, con el intendente no; no se equivoquen", afirmó.
Según detalla Infobae, el jefe comunal aclaró que Vidal no estuvo involucrada en el incidente porque todavía no había llegado. "No tiene nada que ver con este problema. Lo lamento mucho porque me hubiera gustado estar con la señora. Más allá de eso, este personaje le faltó el respeto al intendente y eso no lo voy a permitir", señaló. [El Teclado]