25 Abr 2024 - Edición Nº2557
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EL TECLADO | Especiales  Viernes 08 de Marzo del 2019 - 14:20 hs.                1160
  Especiales   08.03.2019 - 14:20   
MUJER QUE LUCHA
El Estado como compañero, el horizonte de lucha de las mujeres detrás del cannabis medicinal
El Concejo Deliberante platense distinguió a Claudia Pérez, referente de Mamá Cultiva La Plata. “El dolor no espera”, dijo y reclamó que la presencia estatal se corra del lugar de criminalizar la práctica.
El Estado como compañero, el horizonte de lucha de las mujeres detrás del cannabis medicinal

“Necesitamos un Estado compañero. Hoy el Estado no está ausente, está muy presente, pero no de la forma que quisiéramos. Hoy nos criminalizan”, sintetizó a El Teclado la referente de Mamá Cultiva La Plata, Claudia Pérez, luego de ser distinguida el Concejo Deliberante platense en el marco de las actividades del municipio por el Día Internacional de la Mujer.

Claudia no está sola. Esa tarde la acompaña otra mujer, otra amiga, otra madre. Desde hace un tiempo junto a muchas otras mujeres integran la ONG Mamá Cultiva, una organización sin fines de lucro que fomenta el autocultivo del cannabis medicinal y que agrupa a madres de niños y niñas con distintas patologías que han logrado mejorías en su salud utilizando extractos de la planta como terapia alternativa.
 


“El uso del cannabis medicinal mejora la calidad de vida. El dolor no espera. Pedimos y exigimos que comprendan que necesitamos un Estado compañero. Pedimos que se reglamente la ley, respetando el espíritu con el que fue aprobada en ambas Cámaras”, dijo sin titubeos ante el cuerpo de concejales platenses, con la esperanza de que esos hombres y mujeres transmitan a dirigentes de niveles superiores que ese reclamo salga de ese recinto, se irradie y tome la forma que los enfermos necesitan.

“La reglamentación de la ley, en su momento, fue bastante incompleta”, sostuvo a este portal y agregó: “Durante el proceso del debate de la ley golpeamos puertas contando nuestras historias, nuestras experiencias y lo que sentimos es que no nos escucharon, que no se tomó el conocimiento para poder avanzar. De hecho, la forma en que se reglamentó nos dejó completamente fuera”.
 


El camino hacia el marco legal de la práctica está, como dijo Pérez, criminalizado. En los allanamientos, la policía incauta plantas y extractos, provocando la interrupción de las terapias. Pero, además, por lo general, se detiene al acompañante dejando a la deriva al paciente.



“Por eso es que pedimos un Estado compañero. Nosotras le pedimos que regularan nuestros cultivos, que los vieran, que contaran cuántas plantas tenemos, cómo están cuidadas, cómo llevamos el registro del avance de nuestros hijos e hijas. Ahí es donde necesitamos un Estado compañero. Hoy el Estado no está ausente, está muy presente, pero no de la forma que quisiéramos. Hoy nos criminalizan”, aclaró.

[EL ROL DE LA MUJER EN LA LUCHA]

La distinción no llega en cualquier día del año. Tomó forma dos días antes que en el mundo las mujeres se pongan al frente de un nuevo paro internacional. El objetivo es visibilizar las luchas silenciadas, la desigualdad, la violencia. Claudia resaltó el poder del reconocimiento, pero sobre advirtió sobre la necesidad de generar conciencia.

“Es esencial, porque es un momento que nos permite seguir exteriorizando lo que significa cultivar en la ilegalidad”, señaló y resaltó: “Al margen de los beneficios de cuánto mejoran nuestros hijas o hijos, es importante poder hacer visible esta parte de la que no se toma tanta conciencia”.
 


“Nosotras lo que más vemos es que somos mujeres”, aseguró Claudia junto a Alejandra De Sousa, otra madre de la ONG que lucha por la legalización del cultivo de marihuana para usos medicinales. “Cuando damos talleres las que más vienen son mujeres, las que se hacen cargo del cuidado de alguien son mujeres. Está bueno ser reconocido, pero sobre todo generar conciencia de que estamos teniendo un espacio de cuidadoras constante y sin ningún tipo de reconocimiento, remuneración, donde uno pospone sus deseos, sus sueños y sus proyectos por estar al cuidado persona”, señaló.

El camino hacia el marco legal de la práctica está, como dijo, criminalizado. En los allanamientos, la policía incauta plantas y extractos, provocando la interrupción de las terapias. Pero, además, por lo general, se detiene al acompañante dejando a la deriva al paciente. “Queremos ejercer libremente el derecho a tener una mejor calidad de vida. Defendemos la salud de todos porque nadie está eximido de consumir cannabis medicinal”, agregó la referente.

Ante este escenario represivo sostiene que la herramienta para hacer frente a la ilegalidad es visibilizar la tarea. “Siempre dijimos que cultivamos. Sugerimos a las familias que lleven registros de todo lo que hacen, al igual que nosotras, para que se pueda transparentar que no hay ningún tipo de tráfico, que no estamos lucrando con esto”, remarcó y anticipó: “Hasta que el autocultivo sea legal seguiremos con esta lucha”. [El Teclado]