El diputado nacional Daniel Filmus presentó el proyecto de ley de regulación de los embriones no implantados en el Congreso de la Nación, una iniciativa que apunta a llenar un vacío legal existente en torno al tema. "Este vacío legal es problemático no solo para sus titulares, sino también respecto de las clínicas o centros especializados que, al carecer de marco, en muchos casos obstaculizan los derechos de los pacientes o usuarios y usuarias”, explicó Filmus.

A su vez, Stella Lancuba, presidenta de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR), agregó que los centros de fertilidad están expectantes respecto de esta legislación porque “mantienen los embriones congelados hasta tanto exista un marco regulatorio, entendiendo que las decisiones sobre embriones criopreservados corresponden a los criterios autónomos de las personas".
 

¿QUÉ SUCEDE ACTUALMENTE? Finalizado el tratamiento con fines reproductivos suelen quedar embriones criopreservados en los centros de salud. Durante un tiempo la persona o pareja titular de esos embriones se ocupa y encarga de abonar la criopreservación: una suma de 32.000 pesos anuales.
 

Después de cinco años de criopreservación se eleva a 30% la tasa de abandono de esos embriones.

"En los datos que aportan existe la figura del abandono embrionario. Los centros entienden que ésta decisión excede sus competencias, situación que perpetúa el abandono y requiere una solución social y legislativa”, aseguró.

“Es importante dar este debate porque somos concientes de la necesidad y preocupación social que existe frente a este tema. Es una de las problemáticas sobre las cuales hay una deuda con la sociedad que lleva demasiado tiempo y en ese sentido el Estado tiene que legislar”, explicó Filmus.
 

EN NÚMEROS: Según datos de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER), más de 54.000 embriones se encontraban criopreservados en 2017 en 46 instituciones y un 39,8% fueron congelados antes de 2007.

Finalmente, el diputado agregó que “en 2014, al sancionar el Código Civil y Comercial, el Congreso de la Nación se impuso una obligación que hasta el momento no ha cumplido: sancionar una ley que tenga por objeto establecer la protección del embrión no implantado. Este proyecto tiene por fin saldar esa deuda y terminar con un silencio legislativo que genera prácticas contradictorias".

[SOBRE EL PROYECTO]

En líneas generales, el proyecto establece la prohibición de comercialización de embriones y de generación de embriones con el objetivo deliberado de ser utilizados sin fines reproductivos ni terapéuticos.

Además, procura limitar el número de ovocitos a fecundar con el fin de disminuir el número de embriones a criopreservar, y establece el plazo de criopreservación en 10 años.

Finalmente, define de manera precisa cuáles pueden ser los diferentes destinos de los embriones: ser utilizados por sus titulares para posteriores tratamientos, ser donados con fines reproductivos, ser donados con fines de investigación, cesar su criopreservación.

[El Teclado]  accedió al proyecto completo:

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