Son momentos de bronca  y decepción para el plantel de fútbol femenino de Villa San Carlos. Es que, días atrás, el vicepresidente del club, Marcelo Molina, informó al cuerpo técnico que la dirigencia no está dispuesta a sostener la categoría en primera división, por lo que desde ahora –y obligadas por esta situación- las jugadoras pasarán a jugar en la primera B.

Según relató a El Teclado Agustina Matas, que desde hace tres años forma parte del equipo, el viernes 18 disputaron un amistoso y, al finalizar dicho encuentro, el vicepresidente del club llamó al técnico Juan Cruz Vitale para reunirse con él. “Fue en ese mometo que le comunicó que él no estaba dispuesto a sostener la categoría en Primera División. Es decir, el quiere que descendamos para no hacerse cargo de los gastos, que son nada más que aportes y pagarle al cuerpo técnico”, puntualizó.

“Nosotras nos ofrecimos a salir a buscar sponsors, porque queremos participar de la primera división, pero necesitamos sustento económico. Estamos dispuestas a hacer lo que haya que hacer para jugar, pero antes de tener una segunda reunión, ya le enviaron un mensaje al técnico para decir que la decisión estaba tomada, que íbamos a jugar en la primera B, que no había vuelta atrás, nos descendieron de categoría”.
 

“Nosotras queremos mucho al club, pero de alguna manera nos sentimos discriminadas, dejadas de lado”, aseguró Matas. Y profundizó: “La excusa siempre fue económica, pero para nosotras claramente es una cuestión de género, porque vemos que al equipo masculino siempre se le da todo, se lo apoya y a nosotras nos descienden por no querer o no poder hacerse cargo de los aportes y el contrato técnico”, resumió la jugadora.

Tal como contó Matas, las chicas tienen un gran compromiso afectivo con el club: la mayoría de ellas, incluso, empezaron a entrar juntas en una plaza, cuando todavía “era una escuelita”. Después de eso, se concretó el sueño de la reserva, que se formó en 2017, aunque aún no era oficial. Y finalmente, en 2018, aquellas que conformaban la reserva,  subieron a  primera  y jugaron todo un torneo. Sin embargo ahora –y tal como relata Matas- “de la noche a la mañana el vicepresidente decidió que teníamos que jugar en la B”.
 

Por estas horas, entonces, las jugadoras esperan darle visibilidad a su lucha. Así, las chicas no sólo dieron a concoer la situación en las redes sociales bajo el lema #LasVillerasSonDeLaA, sino que insisten en difundir su lucha para conseguir sponsors y lograr el sueño de jugar en primera.

“Queremos hacer público esto, lograr el apoyo de la gente y conseguir sponsors para sustentar la categoría. No tenemos nada en contra del club, al contrario, lo queremos mucho. Pero necesitamos difundir esto para seguir adelante”, concluyó. [El Teclado]