El próximo 12 de Diciembre, Juan Roman Riquelme tendrá su ansiada despedida en la Bombonera. Será una buena excusa para volver a juntar a los campeones de la Libertadores del 2000, conducidos por Carlos Bianchi, que se enfrentarán en una partido exhibición, ante los campeones de la Libertadores 2007, bajo la conducción de Miguel Russo.

Pero el fútbol y la política en Boca, una vez más, vuelven a darse la mano, ya que cuatro días antes, el club de la Ribera tendrá su acto eleccionario donde se renovarán los cargos directivos.

Pero no solo la política partidaria deportiva tuvo injerencia en la “despedida del 10”, sino también la política nacional, ya que la fecha inicial del encuentro homenaje era el 12 de Octubre, pero por pedido del gobierno de Mauricio Macri y ante la inminente elección a presidente del día 27, se decidió postergar el agasajo.

Aún se desconoce si Román “va a jugar” políticamente en el club, a pesar que desde la oposición, encabezada por Jorge Amor Ameal y Mario Pergolini, han intentado seducirlo. Román quiere ser “primera guitarra”, dicen los que lo conocen, “Román quiere ser presidente de Boca” anuncian algunos mas enfervorizados. No parece ser éste el momento para su lanzamiento.

En el medio, un llamado de su amigo, Sergio Massa, para tentarlo a “jugar con él” y quitarle al Macrismo, después de casi dos décadas, su principal centro de operaciones.

Por ahora Román solo piensa en armar la lista para su despedida, con sus amigos de siempre, el "chelo" Marcelo Delgado, Cristian Traverso, Javier Garcia y aquellos, que no tan cercanos, hicieron grande su historia personal, Martin Palermo, Roberto Abbondanzieri y Jorge Bermudez entre otros. 

Juan Román Riquelme se prepara para interpretar su última partitura, el escenario, es el “patio de su casa” y la orquesta, esta lista para deleitar a los mas fervorosos hinchas xeneize. [El Teclado]