En lo que es un caso único en la provincia de Buenos Aires, el intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, deja el gobierno completamente derrotado: en las elecciones obtuvo casi el 4 por ciento de los votos, contra el 40 por ciento que sacó su sucesor de Juntos por el Cambio, Guillermo Montenegro.
Aún en su tramo final, continúa haciendo historia. Recientemente, designó a su hijo Guillermo Arroyo para que sea el encargado de llevar adelanet la transición, con la excusa de que es el presidente del bloque de Agrupación Atlántica. El anuncio lo realizó mediante la red social del municipio.
El Intendente ha encomendado al presidente del bloque de Agrupación Atlántica Guillermo Arroyo la coordinación general de la transición con el Intendente electo.
— Muni Mar del Plata (@MGPmardelplata) November 5, 2019
A todo esto, Montenegro cuestionó la designación y puso la vista sobre la situación financiera del municipio, poniendo en duda la posibilidad de pagar los sueldos de diciembre.
La respuesta llegó por parte de Arroyo tras una reunión de gabinete ampliada, en donde aclaró que "la situación financiera es buena, tenemos una gestión positiva y no tenemos déficit presupuestario"; y sostuvo que el pago de los salarios "es responsabilidad del intendente que viene".
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Finalmente, recordó que cuando asumió hace cuatro años atrás "encontré cheques sin fondo, cuentas en rojo, vehículos rotos.Tuve que afrontar eso sin dinero para haberes y aguinaldos ni para pagar a la empresa de recolección 9 de Julio", expresó el alcalde. [El Teclado]