El bosque energético de Miramar que combina misterio y naturaleza
La ciudad de Miramar, ubicada en el partido de General Alvarado, además de tener apacibles playas cuenta con diversos atractivos naturales, entre ellos el misterioso Bosque Energético, conocido por los extraños fenómenos que experimentan quienes lo visitan.
Está ubicado a 4 km del centro de la ciudad, al que se accede por la Ruta Provincial 11 camino a Mar del Sud, y forma parte del bosque del Vivero Dunícola “Florentino Ameghino”.
La forestación de este sector se realizó con el objetivo de fijar las dunas que se modificaban por la intensidad de los vientos costeros.
En un área del predio, conocido antes como “Bosque Oscuro”, por la densidad de la vegetación que impedía el paso de la luz solar generando un ambiente silencioso, fresco y húmedo impregnado del aroma de las coníferas, los turistas vivenciaron sensaciones reconfortantes y experiencias curiosas y emocionantes.
Los fenómenos que allí se sucedieron comenzaron a captar el interés de curiosos artistas, psíquicos, y también miembros de la comunidad científica nacional e internacional, que en 1954 empezaron a realizar estudios sobre el lugar que hacen referencia a determinadas propiedades electromagnéticas.
A través de las diferentes investigaciones que continúan hasta la actualidad “se establecieron diversas hipótesis para tratar de explicar la gran cantidad de fenómenos de todo tipo que allí suceden: desde la presencia de un meteorito enterrado profundamente, pasando por flujos telúricos, ionización ambiental, energía cuántica, cementerio indio, mientras que otros lo atribuyen simplemente a la paz del lugar y al aire puro”, según indica una reseña del Municipio de General Alvarado sobre la historia de este bosque.
Entre los fenómenos experimentados por los visitantes se oyeron relatos por ejemplo que describieron que las antiguas radios pequeñas no funcionaban dentro del perímetro del bosque pero sí lo hacían fuera del mismo, también hay quienes se sorprendieron al ver pequeñas siluetas fugaces deambular entre el follaje, que definieron como “gnomos” mientras que otras advirtieron sobre la presencia de extrañas luces y contornos en imágenes tomadas por cámaras fotográficas o videos, que al momento de registrarlas no aparecían.
En esta línea, uno de los experimentos recomendados para hacer a la hora de visitar el bosque es colocar en forma de “T” dos ramas de árboles sin ningún tipo sostén, solo la fuerza magnética del lugar.
El Bosque Energético invita a conectar con las sensaciones, a desconectar la mente y entregarse a la naturaleza. [El Teclado]