En vísperas a las Fiestas, el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, prohibió la fabricación, venta y uso de pirotecnia sonora en la ciudad. La medida fue festejada por las agrupaciones que denuncian que los ruidos afectan a las personas con trastornos del espectro autista y por los defensores de los animales. Sin embargo, despertó el enojo de los empresarios del sector que adelantaron que irán a la Justicia.
El funcionario de Cambiemos planteó la necesidad de esta medida en los primeros días de su gestión y aclaró que la pirotecnia ruidosa afecta principalmente a personas que padecen TEA (Trastornos del Espectro Autista) y a mascotas.
El proyecto que elaboró el jefe comunal no sólo apunta a la restricción en la venta sino que también insta a que desde el propio Gobierno se impulsen "campañas de información, educación y difusión" con el "objeto de concientizar a la población sobre la necesidad de evitar los riesgos derivados del uso de la pirotecnia de efecto sonoro como así también para preservar la integridad física de las personas, de los animales y el ambiente en general".
Por otra parte, desde el Ejecutivo se comprometieron a "implementar y poner a disposición una línea telefónica y una sección específica en la página web oficial del municipio donde los ciudadanos puedan denunciar a las infracciones" sobre esta ordenanza.
Sin embargo, la medida cayó mal en los empresarios de la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales y anticiparon que se presentarán ante la Justicia.
Desde el sector expresaron que la medida "pone en crisis" a las familias que se dedican a la actividad y que la decisión política "no tuvo ningún análisis previo sobre la realidad". [El Teclado]