Condenaron a 38 años de prisión a Domingo Corillano, el "sátiro de los can can"
Esta tarde se conoció el veredicto del Tribunal integrado por Germán Alegre, Emir Caputo Tártara y Juan Carlos Bruni. El fiscal de juicio Martín Chiorazzi había pedido 50 años de reclusión por los seis delitos de abuso sexual, la mayoría con acceso carnal. Para el representante del Ministerio Público Fiscal, no había excusa ni eximientes para el acusado: en los alegatos mencionó como agravantes el "grave daño psicológico y moral" de las víctimas, el nivel de violencia ejercida, los tratos "sádicos, hummillantes e inhumanos" a los que Domingo Corillano sometía a sus víctimas y sus antecedentes penales.
El "sátiro de los can can" se manejaba por la noche, generalmente en la Zona Norte de la capital bonaerense, Gonnet y City Bell. Utilizando medias de nylon en la cara para no ser reconocido, forzaba sexualmente a las mujeres. En algunos casos, como quedó comprobado en el debate oral, utilizó armas de fuego y cuchillos.
Luego de la lectura de la sentencia, el fiscal Chiorazzi habló con El Teclado y destacó el valor de las víctimas, que en las audiencias declararon sin público en la sala. "Ellas se animaron y tuvieron el valor de declarar, de instar a la acción. En este caso puntual fueron seis hechos, pero a lo mejor hubo alguna víctima más", reflexionó.
Es que Corillano ya había estado detenido dieciocho años por delitos del mismo calibre. "Entiendo que (la pena) es un monto razonable, independientemente de mi pedido", razonó el fiscal y remarcó la importancia de las pericias de ADN: "En muchos casos, en cuanto a la autoría de los hechos, hubo prueba indirecta. Y con el ADN se logra puntualmente saber que es esta persona, las sospechas se certificaron. Fue una prueba fundamental, sobre todo para las víctimas que no le pudieron ver el rostro", expresó.
A pesar de la contundencia de las pruebas -en el expediente incluso hay más denuncias- se presume que el condenado apelará la sentencia. [ET]