La diputada –y candidata para renovar su banca- Elisa “Lilita” Carrió visitó La Plata en el marco de la campaña electoral, acompañada por la gobernadora María Eugenia Vidal y los precandidatos de Cambiemos Esteban Bullrich, Carolina Píparo, Héctor Toty Flores y Javier Mor Roig.

En el Hotel Corregidor –y con más de una hora de retraso- la diputada habló de todo y de todos, se mostró parcialmente en contra de la baja de la edad de imputabilidad –pugnó por una profunda reforma en el régimen de responsabilidad penal juvenil- y ¿descartó? que el gobierno vaya a presentar una ley que flexibilice las relaciones laborales.

Consultada por el caso de La Salada, Carrió no perdió el pulso y se mostró poco humilde: “Yo aprendí que contra la paciencia y la perseverancia no se puede. Porque ¿quién habló de (César) Milani? La única que hablaba era yo. ¿Y dónde está Milani? Preso. ¿Quién hablaba de (Lázaro) Báez en el 2004? Y llegó. Ahora va a ser más difícil porque hay mucha trama, pero nosotras hicimos una presentación con Mónica Frade ante el procurador general dos semanas antes de los allanamientos de La Salada donde le explicábamos toda la complicidad. La diferencia con otra época es que tenemos a dónde ir, y en dos semanas estuvieron los allanamientos”, resaltó.

La fundadora de la Coalición Cívica – ARI también se refirió al cruce que mantuvo con Vidal y su ministro de Seguridad Cristian Ritondo sobre el entonces jefe del Servicio Penitenciario, Fernando Díaz, y el ex jefe de la Bonaerense heredado del sciolismo Pablo Bressi. Y esta vez, se mostró más conciliadora: “La verdad, ya no tenemos el jefe penitenciariode antes ni el jefe de Policía de antes; es una decisión de cada uno. Yo defiendo la verdad y la justicia y mi rol en la sociedad argentina es otro. Soy una simple diputada nacional, sin cargos”, consignó. Es evidente que, con la cercanía de los comicios de medio término, la relación entre Carrió y Vidal empezó a suturar ciertas heridas.

Como era de esperar, también habló de la posible expulsión de Julio De Vido, complicado por varias decenas de causas y procesado el caso de la tragedia de Once, entre otros. “El escándalo moral en Argentina es que los jueces procesan por asociación ilícita y no ponen presa a la gente. El escándalo moral por un fallo de la Corte es que te procesan y dicen 'te robaste la Nación, pero no vas preso'. Hay prisión preventiva para el robo de un auto pero no para los que se robaron la Nación. Esto pasa en provincia de Buenos Aires, pasa en Capital... miren lo de Menem”, ejemplificó y se mostró convencida de la expulsión: “Si no es ahora es después”, ratificó.

Por otro lado adelantó que está trabajando en un proyecto legislativo, la “ley Limpia”, que implica que si un legislador está procesado y condenado, tiene  que abandonar su banca sin necesidad de que la condena esté firme. “No necesitás el desafuero, existe la condena y te vas”, figuró Carrió, quien junto con Graciela Ocaña fue una de las oradoras más duras contra el diputado en la última sesión de la cámara Baja nacional.

Recordemos que el caso De Vido podría llegar a quebrar el frágil acuerdo oficialista con un sector radical, el de Ricardo Alfonsín, quien puja por una salida más institucional (el desafuero) en lugar de la expulsión. El dirigente boina blanca ya había advertido que, por una sumatoria de decisiones tomadas por el núcleo duro Pro, ya pensó en desafiliarse de la UCR.

Por último Carrió se refirió al proyecto que está barajando la Nación después de la iniciativa del presidente de Brasil. “Yo desconozco eso, lo que sí sé es que no hay nada de ajuste”, comenzó. “Lo que estamos tratando es de bajar el costo laboral, porque un empleado hoy te cuesta otro empleado. Los argentinos vamos a tener que decidir, si queremos empleo o si queremos pocos empleados y muchos desempleados. Las dos cosas al mismo tiempo no se pueden, sobre todo porque el gasto social es enorme, porque Cristina dejó 30 millones en la pobreza”, aseguró.

“Para generar empleo, para que vengan empresas y tomen 300 empleados, vos tenés que tener un sistema no flexible, sino un sistema con derechos justos pero donde lo que vos le pagás al Estado, a los gremios, etcétera, no signifique que no le puedas dar empleo a otra persona”, finalizó la diputada. Analizado entre líneas, se trata ciertamente de un proyecto de ley Laboral pensado en términos de costo y ganancia. Solo basta esperar al fin de los comicios para saber si el oficialismo conseguirá quórum. [ET]