Se trata de Mario Gianotti, quien fue secretario de DDHH de la Municipalidad de La Plata durante el 2015. El 14 y el 18 de julio pasados, según comentó su letrado Darío Saldaño a El Teclado, sufrió "aprietes" y amenazas que lo hicieron darse cuenta que su declaración, clave en la causa, estaba circulando por fuera de la Fiscalía encargada de dar con el cuerpo del joven estudiante de Periodismo desaparecido, Miguel Bru. 

Por ello denunció al fiscal Fernando Cartasegna y pidió que se investigue "la presunta comisión de delitos de acción pública" por parte del ex representante del Ministerio Público y/o otras personas, todavía no identificadas.

SUS APORTES A LA INVESTIGACIÓN:

Gianotti ya tenía información suficiente para acercarle a la Justicia en 2015. Según su declaración, había tomado conocimiento -a través de dos fuentes, una que se contactó en ese momento y otra que lo había hecho ocho años antes- del lugar a donde habrían llevado el cuerpo de Miguel.

El hombre que lo contactó en 2007 era vecino de Justo López, el expolicía que fue condenado (junto con Walter Abrigo) a perpetua por secuestrar, torturar y asesinar al joven que hace una semana pidió su libertad. La fuente solamente le refirió a Gianotti que el día de la desaparición de Bru, López estaba construyendo un contrapiso en la casa.

Pero en 2015, el entonces funcionario dio con otro informante que le daría más precisiones: según él -y por información que le habría concedido el mismo López-, el cuerpo del joven estuvo dos días en el Falcon del policía, antes de que éste lo trasladara a un tambor de 500 litros de cemento, teniendo la construcción del contrapiso como coartada. 

Luego, el cuerpo de Bru habría sido trasladado hasta Los Talas, en Berisso, a un lugar denominado "las cuevas" frente a una pescadería. Según advirtió el sujeto, en el Barrio Obrero son muchos los que saben el destino del cuerpo de Bru pero no se animarían a denunciar por miedo, ya que dos de los policías implicados aún se encuentran en funciones. Gianotti, en su denuncia, infiere que uno de ellos  podría ser el jefe máximo de la Policía Bonaerense, Fabián Perroni. 

El exfuncionario, entonces, se presentó el 9 de diciembre de 2015 con toda esta información en la UFI N° 4 de Cartasegna, que seguía el caso desde hacía años. Pero el fiscal jamás volvió a llamarlo y este mes -¿casualmente? por los días en que López pidió su libertad- recibió "aprietes" y amenazas. De allí pudo enterarse que su declaración no estaba siendo salvaguardada sino más bien todo lo contrario.

El abogado patrocinante de Gianotti reclama no sólo por la integridad de su cliente, sino por las implicancias que su testimonio podría generar en la causa: teme que sus palabras lleguen a oidos de comisarios y policías implicados en su desaparición. Es otra carta en contra para el exfiscal Cartasegna, acusado por Rosa Bru durante años de dejar dormida la causa de su hijo.  [El Teclado]