La Universidad Nacional de La Plata manifestó su preocupación por la situación que atraviesa en contexto de panademia la comunidad senegalesa que vive en la capital bonaerense. Por un lado, la falta de recursos económicos y la imposibilidad para muchos de anotarse para los programas que lanzó el Estado y por otra parte la continua persecución por parte del municipio que, al menos una vez por semana, despliega operativos para sacarles la mercadería que ofrecen la la vía pública.
El Teclado conversó con Inés Iglesias, la titular del Consejo Social de la UNLP, quien aseguró que "la situación de la comunidad senegalesa nos preocupa muchísimo. Nosotros entendemos, tanto desde la Prosecretaría de Derechos Humanos como de los distintos actores que integran el Consejo Social que es un tema muy complejo el que viven los comerciantes y el que vive esta comunidad. Por eso, es necesario para encontrar una solución que sea sostenible y viable sentar a todos los actores a la mesa y pensar alternativas de conjunto".
"Lo que se le transmite a esta comunidad es que al Estado no le importa lo que les pase. Eso es para nosotros deshumanizar la política pública", sostuvo Iglesias.
Iglesias señaló que "ahora, en este contexto, en que todos los sectores vulnerabilizados están cada vez peor, que la discusión de todos los días es cómo acceder a un plato de comida, atender solo a uno de los sectores involucrados con estos operativos que secuestran violentamente la mercadería no puede ser la respuesta estatal. Lo que se le transmite a esta comunidad es que al Estado no le importa lo que les pase. Eso es para nosotros deshumanizar la política pública. En ese sentido nos parece muy importante manifestar nuestra postura como Universidad".
Para finalizar la titular del Consejo Social de la UNLP manifestó que "tenemos un compromiso sostenido con estos sectores y siempre estamos a disposición del ejecutivo en todos sus niveles para pensar juntos políticas públicas que sean capaces a abarcar a todos".
En la ciudad de La Plata, actualmente viven 220 senegaleses. Sólo 35 cobraron el IFE. Ninguno de ellos tiene un trabajo formal. [El Teclado]