"Este gobierno va hacia una crisis segura, que ayudaremos a que se desate. Es un gobierno que va a caer, y que vamos a ayudar a que caiga porque gobierna contra el pueblo. Por lo tanto, vamos a hacer lo posible para no dejarlos gobernar", decía Fernando Esteche, por entonces líder de la agrupación Quebracho, en un acto junto al líder del partido "Miles por Tierra, Techo y Trabajo" Luis D'Elía.
Fue en La Plata y el dirigente también estuvo acompañado por el ex vicepresidente Amado Boudou, el ex vicegobernador Gabriel Mariotto y el ex dirigente montonero Fernando Vaca Narvaja.
El fiscal de la UFI N° 6 de la capital bonaerense, Marcelo Romero, no tardó mucho en realizar su denuncia acusándolo por apología del crimen. "Esto no significa que uno no pueda expresarse contra un gobernante o un gobierno, pero lo que uno no puede hacer es ponderar el hecho criminal de voltear o derrocar a un gobierno constitucional", explicó el fiscal en ese momento.
En este tiempo, precisamente a fines del año pasado, Romero inició otra denuncia a Esteche por "intimidación pública", cuando el referente piquetero expresó en medios radiales que si a algún juez se le ocurriera meter presa a la expresidenta Cristina Fernández "podrían destituirlo, apartarlo de la causa, plantearle incompetencia, podría aparecer muerto... puede pasar cualquier cosa".
Ambas causas fueron instruidas por el fiscal Marcelo Martini de la UFI N° 3, quien decidió elevarlas a juicio oral. En el caso de la segunda -donde Romero lo acusó por "intimidación pública", todavía no hay resolución del juez de Garantías pero se estima que la elevará, tal como hizo el pasado 18 de julio con la de "apología del crimen".
En el escrito al que accedió El Teclado, el juez Jorge Moya Panicello resolvió no hacer lugar al pedido de sobreseimiento -pedido por la defensora de Esteche Fabiana Petroff, del equipo de Fernando Burlando- y elevar a juicio la causa, dando por acreditado la "materialidad ilícita y la presunta autoría responsable endilgada" a Esteche por el delito de apología, estipulado en el artículo 213 del Código Penal. [El Teclado]